Olaia Hormaetxe es txalapartari desde los 15 años gracias al cursillo organizado por Gazte Asanblada en Amorebieta. Descubrió uno de los instrumentos más antiguos de la cultura vasca.

Ella defiende la internacionalización del instrumento pero manteniendo siempre la esencia tradicional. La conexión entre los compañeros es fundamental y lo más bonito que trae consigo la txalaparta es la improvisación.

Aunque no se aprecie y antiguamente no haya sido así, las mujeres también están integradas en el aprendizaje de la txalaparta. Olaia dice que en el cursillo en el que aprendió a tocar eran en su mayoría mujeres. 

En la entrevista explica la conexión especial entre los dos txalapartaris y su propia experiencia con el instrumento.